La coalición propone incentivar su consumo desde la propia administración por sus innegables beneficios y la necesidad de proteger a los productores
Madrid, 11 de noviembre de 2017
Gracias a Compromís el Senado debatirá en el próximo Pleno una moción que insta a la promoción del consumo de cítricos, por sus beneficios y ante la necesidad de ayudar a un sector en dificultades por la caída de precios y la entrada de importaciones de naranjas de países terceros.
La moción recuerda que los campos de naranjos son el paisaje predominante en tierras valencianas, pero también está muy presente este cultivo en otras zonas productoras como Tarragona, Murcia o Andalucía. El cultivo de este cítrico es tradicional en nuestro territorio y ha sustentado la economía de miles de personas durante mucho tiempo. Sin embargo, con el aumento de las importaciones de naranjas de terceros países, (en especial de Sudáfrica), la rentabilidad del cultivo se ha visto mermada.
El texto recuerda el solapamiento entre la campaña de naranjas de València, la mayor zona productora del Estado, que comienza alrededor del 15 de octubre y la fecha límite para las importaciones desde Sudáfrica se ha ampliado al 30 de noviembre, “de manera que naranjas valencianas y sudafricanas compiten en el mismo mercado”, señala el portavoz de Compromís, Carles Mulet.
“La diferencia de precio, frescura y calidad es más que notable, sin embargo ambas se encuentran en los mismos puestos, fruterías, centros comerciales, lo que se agrava con la capacidad de las cámaras frigoríficas de prolongar la vida del producto en el mercado”, reza el texto. Mulet ha recordado que “la pasada campaña todavía era posible adquirir naranjas en los supermercados procedentes de éste continente en el mes de enero, lo que demuestra que el sistema hace aguas y deja desprotegida la naranja local frente a otra, foránea, producida con estándares y normativa distinta”.
El problema se irá agravando con el tiempo pues el acuerdo recoge que en menos de 10 años los aranceles se irán eliminando, poniendo en grave peligro parte del campo destinado al cultivo de este cítrico. Además el Tratado con Canadá (CETA) permitirá que Canadá comercialice sus naranjas, sea cual sea su procedencia, con la marca “Valencia Orange”, relacionando este producto con la elevada calidad asociada a la naranja valenciana. Las instituciones españolas, subordinadas a los mandatos de la Unión Europea, han desprotegido este producto y parecen no haber medido las consecuencias económicas de la firma de estos acuerdos.
En este sentido la moción insta al Gobierno a incentivar el consumo de naranjas, mandarinas y resto de cítricos de origen español lo que, además de suponer una inyección económica en el sector y en todos los que del mismo dependen, es una clara apuesta por la alimentación saludable, por los tantos veces reivindicados beneficios de la dieta mediterránea. Los cítricos son una inagotable fuente de vitaminas, una alternativa clara para luchar contra la obesidad infantil y la mala nutrición. Consumir cítricos es apostar por la salud.
La propuesta de la coalición valenciana pide la creación de un distintivo identificativo de los cítricos de origen español para que el consumidor pueda identificar directamente el producto autóctono y sus ventajas; colaborar con gobiernos autonómicos y el sector productor, para llevar a cabo campañas de fomento de su consumo, en especial entre los más jóvenes; promover su consumo por parte de las instituciones estatales, autonómicas y locales en los restaurantes y cafeterías de edificios públicos, colegios, actos oficiales, etcétera e instar a las autoridades europeas y estatales a que endurezcan los controles sanitarios en frontera para evitar la entrada de vectores, agentes nocivos y problemas sanitarios y que la llegada de países terceros no afecte a la producción local.