Durant la sessió de la comissió de transició ecològica d’ahir en el senat, el senador de Compromís, Carles Mulet, va demanar al Secretari d’Estat de Medi Ambient, Hugo Alfonso Morán Fernández actuacions front a aquests canons
Ací la intervenció de Mulet:
Desde antes del verano llevamos pidiendo explicaciones y una copia de las autorizaciones que se han emitido para el uso de sistemas antigranizo, como cañones de propagación de ondas de choque a la estratosfera. Este sistema lanza ondas sónicas a 11 000 metros de altura, a una velocidad de 333 metros por segundo y con una potencia de 133 decibelios, y debería contar con el visto bueno de la Administración española, las confederaciones o el propio Seprona. Empezamos denunciando este caso en las comarcas del norte de Castelló o en la comarca de la ribera del Xúquer, pero hemos visto que esta práctica está mucho más extendida a lo largo y ancho del territorio del Estado.
Teníamos constancia de quejas por el uso de esas técnicas, que entendemos que se prohíben en el primer artículo de la Ley de aguas, donde se prohíbe explícitamente la modificación artificial del ciclo del agua. Genera molestias en los vecinos, pues al dispararse aparece una nube de manera intermitente con una frecuencia de 6 o 7 segundos y grandes explosiones, para, en teoría, destrozar las nubes que potencialmente pudieran llevar granizo; da igual que sea mediodía o de noche, por lo que está causando graves problemas de salud a las personas afectadas, siendo amplio el radio de afección.
Esto puede parecer una afirmación conspiranoica, pero hemos podido verlo en el territorio. Hemos insistido hasta la saciedad porque veíamos que ni el Seprona ni la confederación ni el Gobierno hacían absolutamente nada; ayuntamientos de diferente signo político exigían actuaciones ante esta nueva realidad, y solo después de mucho insistir hemos visto cómo la Confederación Hidrográfica del Júcar ha abierto expedientes, tanto en el caso de San Rafael de Ribu, en Castelló, como en el caso de Gabarda, en la ribera del Xúquer.
Desgraciadamente, como hemos dicho, se actúa tarde y siempre después de una incesante y constante actividad parlamentaria, porque a nivel del Seprona no se actúa. Tenemos constancia, hemos podido verlo y documentarnos, de que esta práctica existe en muchísimos municipios, por ejemplo, en la comarca de Ribagorza, en Fraga, en Zaidín, en Sena, en Albalate de Cinca, en Belver de Cinca, en la comarca del Somontano; en todo el territorio aragonés llevan mucho tiempo denunciando estos casos a la Confederación Hidrográfica del Ebro y no está actuando.
Pensamos que no es nuestra labor, la de este grupo parlamentario, estar denunciando sistemáticamente este tipo de actividades, sino que debe actuarse por parte de todas las confederaciones. Igual que ha hecho la Confederación Hidrográfica del Júcar, también debe actuar la del Ebro para terminar con estas prácticas. Es necesario que se regule y se deje de permitir una actividad que es muy molesta para las personas. Además, no se ha demostrado que sea útil para nada, ni para destrozar el granizo, y tampoco sabemos el impacto que puede tener en la avifauna de la zona.