El Gobierno y la Casa Real deben replantearse si algunas de sus amistades y negocios son éticos con los derechos humanos

El senador de Compromís, Carles Mulet, integrante de la delegación de Compromís que ha participado hoy en la manifestación contra el terrorismo, ha reclamado hoy en Barcelona que el Estado español se replantee algunos de los acuerdos comerciales con países y empresas que no respetan los derechos humanos y alimentan al terrorismo yihadista y se implante la ética y una colaboración policial “honrada y sincera”.

Nos produce mucha vergüenza en la coalición coincidir en la manifestación con una familia, la Real, de la que se nos vetan preguntas sobre sus negocios con Arabia Saudí y sus privilegios, o con los herederos políticos de Aznar. Es de una gran hipocresía, como también lo es que, en un material tan sensible como es el terrorismo, se produzcan silencios y disfunciones con los juzgados, como otorgar permisos de salida de la cárcel al imam de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados, condenado por tráfico de drogas y que no fluyese ni en la comunidad musulmana, ni entre los juzgados o cuerpos de seguridad implicados sus antecedentes o su supuesta inclusión en el fichero de internos de especial seguimiento (FIES)”, ha señalado el senador territorial y portavoz de Compromís en la Cámara Alta.

La coalición presentará varias iniciativas para conocer las causas y corregir lo que pudo fallar en la cadena de información sobre su vinculación con la actividad terrorista y mejorar la capacidad de realizar seguimientos a los condenados por incitación a la violencia y terrorismo. “No nos resignamos a unas mejores relaciones entre juzgados, fiscales y cuerpos de seguridad para que puedan abordar sin fisuras ni recelos la actividad yihadista, lo que obliga a nuestro país a cuestionarse sus relaciones con otros países pues, a pesar que solo se interesan por Venezuela, el Estado español mantiene vínculos de toda clase y vende armas a países en los que no se respetan los derechos humanos más esenciales y que incluso apoyan la actividad terrorista como la que recientemente ha golpeado sin compasión a la ciudad de Barcelona”, ha señalado Mulet.

Por último el senador ha valorado que “la radicalización ya no es cosa de grupos marginales o aislados, sino de ciudadanos en este caso de Ripoll, que estaban completamente integrados en el pueblo, por lo que alguna cosa está fallando”.